No debería permitirme nunca este capricho pero a veces sólo a veces hasta te extraño Porque tu tristeza y lejana mirada cansada de otorgar ternura es ya una invitación involuntaria para abordar tu nave de deseos, seguirla hasta el infinito y no regresar hasta cuando vuestra ronca voz me despertase II No debería yo extrañarte a vos colega porque todo lo que representas en mi olvido es algo ya enterrado en el tapanco; y sin embargo, tu ausencia gana espacio en mi escritorio porque lo indispensable se transforma en necesario y lo necesario se convierte en un lujo no otorgado No son, ni vuestras manos gorditas y nerviosas, y mucho menos tus regaños feministas los que extraño; no los niego tampoco ni rechazo pero deseo en cambio sí, presenciar todo aquello que hoy no haces, ni dices ni compartes; pero que ya piensas, elucubras y planeas Me gusta tu silencio vecina porque celosamente guarda lo bello que hoy preparas y organizas; pues prefiero el murmullo que promete y garantiza a lo visto sin afecto y con recelo III Por las palabras que aún no pronuncias ni delineas, por los pasos que no ordenan caminar a vuestras piernas, por tu vida paralela a la que vivo, extraño tu mañana en el presente y anhelo encontrarte en mi futuro No debería colega y sin embargo te extraño en tus locuras, de las que me temo ya contagiado, pues si vencer mi resistencia pudiese ni siquiera decírtelo debiera. amq |
Antonio de Marín y Quintana, escritor. Escritos literarios breves: haikús,cuento,cuento corto, aforismos, versos, verso breve, crónica, notas y crítica cinematográfica. Divertir y comunicar son la intención del autor al presentar su palabra; intercambiar opiniones son propósitos de esta tan personal como gustosa bitácora. Sea pues.
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miércoles, 10 de noviembre de 2010
NO DEBERÍA
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