¿Recuerdas las placas metálicas colocadas en las derruidas bardas que hacían esquina, de las enigmáticas tabletas 666?
¿De niña usaste peluca y zapatillas mi alegría para poner la escenografía y cantar aquello de “Véeete con ella vida…” como Mayté Gaos?
¿Fuiste al cine Manacar para ver el estreno de La novicia rebelde, enfundado en tus pantalones topeka de color amarillo y copete a la Ringo Star?
¿Te vestiste con tus pantalones a cuadros con campana de 50 cm. de ancho para ir a La Alameda a escuchar la gritería de enloquecidas adolescentes que querían ver a Raphael?
¿Alguna vez comiste tu sopa de letras viendo a Madaleno haciendo cara de fuchi mientras Danielito enaltecía las delicias del rompope Santa Clara?
¿Al hacer tu tarea de geografía por la tarde, inconscientemente repetías los anuncios que escuchabas en la radio, como aquello de: “Mejor-mejora-mejoral”, “Sal de uvas picot”, o la emulsión de Scott de “aceite de hígado de bacalao”?
¿Aún hoy cuando escuchas a Roberto Carlos cantando Detalles recuerdas al sonso de tu novio o a tu angelical novia de la secundaria?
¿Todavía por las mañanas mientras te vistes para salir a la calle, en la imaginación escuchas las maravillas de estudiar la carrera de contador privado en tan sólo dos días en los Institutos Patrulla: “immmagínese”?
¿No te sucede hoy que cuando ves tu reloj casio de pulsera te acuerdas de “La hora de Haste la hora de México”?
¿Aún tienes pesadillas por las noches recordando a Omar Jasso -en blanco y negro- espetándote aquello de “¡Hola mis mocosooones!”?
¿Gritaste hasta quedarte afónico intentando darle ánimos al sargento Pedraza para que lograra rebasar a ese malvado corredor checoslovaco, durante la olimpiada del 68?
¿Alguna vez te soñaste cómodamente viajando a Disneylandia con El Pecas y Genero Moreno?
¿Llegaste a comprar con tus últimos 15 centavos de la semana un chicle motita rojo o un sobrecito transparente de charritos en la tienda de don Arcadio?
¿Lograste hacer tu primer viaje psicodélico y alucinógeno a otras dimensiones cósmicas escuchando In-A-Gadda-Da Vida con Iron Butterflay?
¿Escuchaste embelesado cantar a los cuatro genios de Liverpool aquello de All you need is love en la transmisión del pájaro madrugador?
¿Algún domingo posaste tu tierna e ingenua cabecita en la almohada repitiéndote quedito ya entre sueños “¡Adios amigos!”.
Si respondiste afirmativamente a estas interrogantes ¡ bienvenido a la tercera edad!
amq
Si, todo eso si. Ni modo, haber vivido todas esas babosadas me hicieron llegar a la tercera edad. Pero espero que no sólo sea eso lo que me quede al final.
ResponderEliminarCatalina
¡Claro que me acuerdo de eso y mas...!!
ResponderEliminarComo por ejemplo: Comer esos ricos dulces de leche que comprábamos con Don Carlos(huesitos) y los ricos tronquitos que disfrutábamos en el Colegio Francés México Paris y tantas cosas mas...