Piezas olmecas de jade. Museo Nacional de Antropología e Historia. fot. Margarita Muñoz Fuentes. |
de una noble persona,
se torna en un horripilante gesto
en un funcionario público.
Si fumas, bebes y te desvelas en exceso
durante 99 años, vivirás mucho.
Si no está roto,
no lo arregles.
Los cargos públicos son el
último refugio de los canallas.
Apaga la televisión
y enciende tu cerebro.
Los políticos son seres humanos
que suelen estar por debajo de la
media intelectual y moral de la población.
Antes que estábamos mal,
estábamos mejor.
Para entender a los vivos,
debes hablar antes con tus muertos.
Deseo morir en pleno uso
de mis convicciones.
Si no tiene solución
no es un problema.
“No me sigan,
yo también estoy perdido”.
Viví demasiado aprisa,
muero demasiado lento.
Me gustas cuando callas
porque estás como coherente.
Donde los billetes comienzan
los ideales terminan.
Morí como nací, sin proponérmelo,
pero justo a tiempo.
La verdad sigue siendo verdad,
aunque la diga un mentiroso.
La vida es una constante pérdida.
Ya no busco recuperar
sino substituir.
La felicidad no se merece,
se gana.
Cuando uno deja de buscar,
encuentra.
Lo que en un adolescente es un atributo
en un adulto es un patético acto.
Sólo un favor os pido cuando fallezca:
no me inventéis cualidades que jamás tuve.
Para ser libres y creativos,
se requiere mucha disciplina y dedicación.
Las mentes brillantes hablan de ideas; las mentes promedio hablan de actualidades; las mentes mediocres hablan de los demás.
Ver televisión me hace sentir
menos solo pero más estúpido.
Sólo amo aquello
que puedo perder.
Yo no tengo problemas
sino lecciones.
Llamamos cultura a todo aquello que el
trabajo humano le aporta a la naturaleza.
Para destruir basta un instante
de irresponsabilidad.
amq
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