fresco y ligero
que ayer alborotó tu vestido;
el fiel espejo que ayer retrató
vuestra coqueta sonrisa
y un rostro como de revista fina
Quien quedito y al oído
buena parte del día
repitió una tonadilla de moda
Ese soy yo
La imantada pero respetuosa mirada
que no hallarás entre las
que a diario
groseras y lascivas
recorren vuestro decidido cuerpo
A veces, tan sólo a veces,
anido en vuestra imaginación desatada,
cómplice con vos recorro
laberintos de papel picado
y asomo por falsas ventanas
de cristal cortado
No me busques, no existo
II
Tu ausencia me da vida
minutos de eternidad
instantes infinitos
Soy la frase ingeniosa que piensas
pero no pronuncias,
la pesada mirada sobre el hombro izquierdo
que te obliga a girar discreta la cabeza
Soy la interrogante que dibujas en el techo
de vuestra recámara
en las eternas noches de los días
más femeninamente vividos
Me extrañas cuando no estoy
buscas pretextos, inventas motivos,
anhelas encuentros
recuerdas olvidos
No me busques, no existo
Yo estoy cerca, muy cerca,
soy parte de vos
y un poco también mío
III
Soy esa pertinaz lluvia septiembre
que húmeda se nutrió
con dos lágrimas tuyas
y una propia
Soy lluvia, viento, espejo,
mirada, soy silencio
Transpiro, me evaporo
subo al cielo
y desde ahí te cuido
Hoy me atrevo y hasta audaz resulto,
porque la distancia lo permite
Y porque el tiempo lo propicia,
a buscarte en el retrete
cantarte una canción de cuna
a mimarte en nombre ajeno
y en pantalla de cine a enamorarte
IV
Soy la mano en que te apoyas
la que descifra jeroglíficos
en tu asombrada frente
y oprime vuestro hombro derecho
para reestablecer el ánimo caído
Soy eterno en vuestro nido
soy casual en el pasillo
soy camino;
soy el viento
que ayer alborotó tu vestido
No me busques, no existo.
amq
No hay comentarios:
Publicar un comentario